Les comparto un artículo muy útil para trabajar en el aula, son una serie de consejos prácticos para nuestra tarea de inclusión escolar de niños con Necesidades edutivas Especiales - NEE.
Escrito por: Paula Cavada y Magdalena Fernández
“El equipo del Asesorías y Capacitaciones de la Fundación
Astoreca unido a Educando Juntos ha confeccionado un documento para ser
utilizado por profesores en el colegio. Es el resultado de una
investigación entre algunos de los colegios asociados a este Portal y la
revisión de investigaciones recientes en el tema.
Busca responder con metodologías probadas y usadas por otros a una
problemática presente y discutida en los establecimientos. Tiene como
objetivo entregar consejos para trabajar con niños que presentan
dificultades para mantener el mismo ritmo de aprendizaje que sus
compañeros en la sala. Contiene consejos generales y específicos,
principalmente para responder a dificultades de lenguaje, atención,
socioafectivas y, problemas específicos de lenguaje y matemática”
1.Consejos generales de trabajo en el aula.
Estos consejos facilitan el aprendizaje de todos los alumnos de su
clase, especialmente, de aquellos con dificultades de aprendizaje. Estas
sugerencias no requiere sacarlos de la sala de clases ni tiempo
adicional.
- Establezca reglas de comportamiento y rutinas desde el comienzo del
año escolar. Es importante que los niños conozcan los procedimientos
dentro del aula y las consecuencias que implican no cumplirlos, así como
las del quebrantamiento de reglas. Sea claro y explícito, así como
consecuente en sus indicaciones.
- Comience las clases a partir de un contenido conocido, en un estilo
de repaso de lo aprendido para luego ir poco a poco introduciendo nuevos
(Condemarín, 1999). Al inicio de cada lección los contenidos y
habilidades aprendidas en la lección anterior y comente cómo se
relacionan con la lección de hoy. De esta manera, las relaciones entre
diferentes contenidos serán más evidentes, lo que facilita su retención.
- Escriba en el pizarrón un plan con los puntos más importantes que se
tratarán durante la clase. (Chadwick en Luccinni, 2002). Si los niños
son pequeños, hay que leerlos en voz alta guiando la lectura del
pizarrón con un puntero. Recuerde que estructurar la clase permite les
permite a los niños anticipar lo que ocurrirá y, por lo mismo, facilita
la comprensión.
- Ajuste la dificultad las actividades a las competencias de los niños
manteniendo un nivel de desafío constante, para así aumentar su
sensación de eficacia y con ello mejorar su motivación (Valmaseda en
Coll, Marchessi & Palacios 2002). Una tarea demasiado fácil es poco
motivadora, lo que puede resultar en pérdida del interés e
interrupciones. Una demasiado difícil resulta frustrante. El trabajo
debe ser desafiante, que requiera concentración. Para apoyar a los menos
hábiles, recorra la sala para monitorear el trabajo y ofrecer ayuda.
- Entregue instrucciones claras y precisas para las actividades. Antes
de dar una instrucción, solicítele a los niños que presten atención,
que dejen de hacer lo que estaban haciendo y que lo miren y escuchen
atentamente. Puede usar estrategias como cruzar los brazos sobre el
banco, referir la atención a una lámina de normalización (conozca
carteles de normalización en: Programa Kinder – Colegio San Joaquín www.educandojuntos.cl ), etc.
Antes de dar una instrucción elicite las habilidades y contenidos que
los niños necesitarán para realizar la actividad. Luego de una
instrucción precisa respecto a lo que espera que los niños hagan,
secuenciando las acciones y nombrando los materiales y objetos que
utilizarán (por ejemplo: si quiere que unan con una línea recta 2
objetos que comiencen con la misma letra, dígales: “Vean esta página,
aquí tenemos varios objetos, animales y frutas que están en dos columnas
(indíquelas). Vamos a poner atención a cuáles comienzan con el mismo
sonido (nombre cada uno) ¿alguien me puede decir cuál de ellos comienza
igual que árbol?, muy bien, ahora con el lápiz grafito vamos a unir con
una línea recta (dibújela) el árbol con la ardilla, el ahora Uds. Lo van
a hacer con todas las otras palabras”). Por último, consulte si alguien
tiene una duda.
- Refuerce los éxitos. Muy a menudo, los niños con dificultades
reciben una información clara con respecto a sus fracasos. Por el
contrario, pocas veces son reforzados por aquello que son capaces de
realizar (Valmaseda en op. cit).
- Entregue a los alumnos una imagen de sus competencias, estimulando y
reconociendo las actividades que realiza de manera exitosa o en las
que obtiene avances que, aunque pequeños, sean significativos. Esto les
ayudará en el desarrollo de su autoestima y seguridad personal, y a
conocer sus fortalezas, lo que a su vez influirá en su manera de
afrontar sus propios déficit.
- Estos refuerzos debe realizarlos cuando la situación lo amerite y de
inmediato: cuando el niño obtenga avances en su proceso de aprendizaje.
El refuerzo indiscriminado o desfasado en el tiempo se vuelve
inefectivo (los niños no saben qué es lo que se refuerza) e incluso
contraproducente (pueden asociarlo azarosamente a otra conducta).
- Mantenga una relación cercana y amable con los niños Su
valorización positiva y reconocimiento motivarán al niño a seguir
instrucciones y acatar normas. Por el contrario, si el niño se siente
rechazado hará todo para merecer ese rechazo.
- Trátelos como personas grandes exigiendo comportamientos apropiados
con firmeza, pero sin incomodarlos o humillarlos en frente del grupo.
Escúchelos con paciencia y pregúntele su opinión, pues ellos responden
bien a los tratos amables (Haeussler en Lucchinni, 2002).
- Mantenga contacto visual al hablarles y redirija su atención cada
vez que sea necesario con una señal, tocándolos en el hombro, un
chasquido de dedos. Estos pequeños gestos ayudan a centrarlos en la
tarea. A principios de año necesitará hacer esto varias veces.
- Respecto a las evaluaciones, corrija los ítemes más difíciles con
toda la clase. Muestre cómo se resuelven y aclare los malentendidos
(Chadwick en Luchinni, 2002). De esta forma, se alivia la ansiedad que
genera equivocarse y se muestran los pasos para realizarlo
correctamente. Esto es aún más útil para estos niños si considera que
tienen baja tolerancia a la frustración, ya que no obtienen buenas notas
y les cuesta mucho superarlas.
- Obsérvelos constantemente. Monitorée los avances del niño
constantemente para asegurarse que el nivel de dificultad de la
actividad es el adecuado y que esté realizando y avanzando en las
actividades. Pase por su puesto y pregúntele si comprendió la
instrucción, si tiene alguna pregunta o si puede verbalizar lo que está
haciendo y cómo lo está realizando. Así podrá tomar decisiones en
momentos más adecuados y precisos.
- Otorgue corrección adicional en su cuaderno y tareas. La corrección
de cuaderno es una estrategia que permite pesquisar lo errores más
comunes que los niños están cometiendo, los contenidos atrasados,
dificultades en la escritura, entre otros. y definir estrategias
remediales como la copia de otro cuaderno par completar, corrección de
errores, reedición e, incluso, derivación a profesionales
especializados.
2.Consejos específicos para el trabajo con niños con problemas de aprendizaje.
• 2.1-Dificultades de lenguaje.
Para lenguaje en general:
• Ayude a los niños con apoyos visuales que representen
el tema del que se habla: gráficos, dibujos, objetos, organizadores
gráficos (conozca ejemplos de organizadores gráficos en: Programa de
Lenguaje – kinder – Colegio San Joaquín www.educandojuntos.cl)
(Valmaseda en Coll, Marchessi y Palacios, 2002). Tenga en cuenta que
los niños con dificultades de lenguaje pueden sentirse inseguros en
situaciones en las que haya un gran componente de discusión oral o de
escritura. En esas ocasiones conviene tener un punteo de los temas a
tratar que se vaya siguiendo. Esto les da una pauta para organizar lo
que escuchan. Estas estrategias son aún más relevantes en los primeros
años de educación, pues a los niños se les facilita el aprendizaje
mediante el apoyo concreto.
Para Lenguaje comprensivo y expresivo
• Corrija las producciones verbales erróneas o
incompletas, modelando la expresión correcta. Repita correctamente las
producciones de los niños lo más luego posible. Sobre todo, realice
expansiones de lo dicho por el niño; tanto de tipo gramatical como
semántico (Valmaseda en op cit). Por ejemplo, si el niño dice que los
“murciégalos” chupan sangre, lo óptimo es que el profesor diga, “claro
hay murciélagos que chupan sangre y otros que comen frutas”. Por el
contrario, lo contraproducente es decirle, “no se dice murciégalo, está
mal dicho” ”repita, murciélago””. Esta última conducta puede hacer que
el niño se sienta fracasado inhibiendo sus iniciativas comunicativas.
• Plantee preguntas abiertas de manera progresiva:
esto favor·ecerá, con el tiempo, una comunicación más completa. Así
comience con preguntas cerradas, para que luego Ud. como profesor
construya un relato a partir de lo dicho por el niño. De esta manera,
Ud. modela la forma de contestar preguntas abiertas que puede
plantearle al niño después. Por ejemplo, le puede preguntar ¿qué
hiciste en el recreo?, “Jugué”, ¿Con quién jugaste? “Con Pedro y Camila”
¿A qué jugaron? “A las pilladas” “Ah, entonces en el recreo jugaste con
Pedro y Camila a las pilladas, y ahora ¿Qué vas a hacer?”.
Para estimular el lenguaje expresivo:
• Aproveche las situaciones de juego, especialmente en
el caso de niños pequeños, pues proporciona un contexto muy rico para el
uso del lenguaje. Amplíe el lenguaje otorgando modelos de respuesta
(Valmaseda en op cit). Por ejemplo, cuando el niño esté jugando
pregúntele qué está haciendo. Lo más probable es que el niño responda
“esto”, a lo que usted debe contribuir diciendo “claro, estás
construyendo una torre con cubos verdes, rojos y azules”.
• Anime el uso del lenguaje para distintas funciones
como describir experiencias, acontecimientos y objetos (es bueno
utilizar apoyo concreto como láminas), expresar sentimientos, realizar
juicios y predicciones, contar cuentos, actividades donde deban
categorizar, etc. (Pesse en Lucchinni, 2002)
• Otorgue el tiempo necesario para que pueda expresarse (Pesse en Lucchinni, 2002).
Muchas veces estos niños demoran en contestar, haciendo sentir que el
ritmo de la clase se pierde. Para evitar esto, luego de un tiempo puede
ayudar al niño preguntándole ¿en qué estás pensando? (con el fin de
ayudarlo y no de presionarlo), antes de pasar a otro. Otra estrategia es
avisar con tiempo lo que se le va a preguntar. Por ejemplo, puede decir
Camila, le voy a hacer una pregunta, escuche bien. Mientras Camila
piensa, comente que necesitamos tiempo para pensar y buscar la respuesta
correcta. Luego pida que conteste.
Este par de segundos le da un tiempo para organizar su respuesta.
Cuando corresponda, modele este “tiempo de pensar”. Diga “lo voy a
pensar” y demore algunos segundos antes de contestar una pregunta.
• Para estimular el lenguaje comprensivo es bueno
que inste a los niños a responder preguntas simples y vaya
complejizándolas progresivamente. Por ejemplo a través de la lectura de
cuentos, primero puede plantear preguntas cerradas como ¿Estaba el gato
con las botas puestas? (respuestas si /no), y luego puede invitarlos a
hacer descripciones verbales, pedir que cuenten el final de la historia,
etc. ¿Cuál era la labor del gato con botas?¿En qué termina la
historia?¿Qué otro final se les ocurre?.
• Otra manera de preguntar acerca de los cuentos es
hacer preguntas siguiendo la secuencia de la historia (qué pasó primero,
qué después) Esto ayuda a crear una estrategia para recordar e ir
integrando los acontecimientos del cuento para luego contestar preguntas
abiertas de interpretación que se basan en ellos. También se les puede
pedir identificar frases absurdas (palabras inadecuadas en el contexto),
encontrar opuestos, descifrar incógnitas, resolver adivinanzas, juegos
de nominación, etc (Pesse en Luchinni, 2002).
Para Lenguaje articulatorio:
• Solicite a los niños que al pronunciar las palabras alarguen
los sonidos de las sílabas (<bbbbbrrrrrrraaaaaaa>) que observen
las sensaciones que acompañan ese alargamiento (cosquilleo en los
labios, cosquilleo en el paladar, abrir la boca) incluso que den un
nombre a la sensación (hormigueo, cosquilleo…). Realice esta actividad
frente a un espejo, que puede estar ubicado detrás de la puerta o en el
rincón de lenguaje, para que vean cómo se mueve su boca al decir ciertas
palabras. Este trabajo ayudará a los niños a obtener mayor conciencia
de los movimientos articulatorios que tienen lugar al pronunciar y de la
estructura sónica de las palabras (cómo están compuestas por distintas
sílabas y sonidos) (Sánchez en Coll, Marchessi & Palacios, 2002).
Este trabajo lo puede hacer antes de salir a recreo con uno o dos niños,
es muy efectivo.
• 2.2-Dificultades de atención.
• Siente al niño cerca del profesor, lejos de
estímulos distractores como ventanas, diario mural, puerta, etc. y entre
niños tranquilos. El niño debe tener sólo los materiales que requiera
para realizar la actividad (Menéndez, 2005). Recuerde que los niños con
problemas de atención tienden a distraerse fácilmente ante cualquier
estímulo.
• De órdenes muy simples, breves, y secuenciales
(Menéndez, 2005). Por ejemplo: “Sebastián, saque su cuaderno, ábralo,
tome el lápiz, copie la instrucción de la pizarra”, “muy bien”, “cuando
termines me llamas”. Esto le entregará una estructura externa al niño
para realizar actividades que lo focalizará en la realización de una
actividad. Para los más pequeños ayuda tenercarteles con dibujos que
indiquen la secuencia de actividades a realizar. Por ejemplo, pegue en
orden los carteles de pintar, recortar, pegar para que recuerde cuál es
la secuencia de una actividad larga (conozca ejemplos de carteles en:
Programa de Lenguaje- kinder- Colegio San Joaquín
www.educandojuntos.cl ).
• Asegúrese de mantener un contacto visual con el
niño. éste lo debe estar mirando cuando le da la instrucción. Dígale “
Francisco, mire aquí”. Pídale que fije su atención en lo que usted hace o
muestra. (Menéndez, 2005). A medida que transcurra el año, podrá
simplemente llamarlo por su nombre y él sabrá que tiene que mirarlo.
• Defina los objetivos mínimos que el niño debe
alcanzar en la clase, para que pueda participar al ritmo de ésta (metas
cortas y sencillas) (Haeussler en Luchinni, 2002). Recuerde que
generalmente ocurre que los niños con dificultades de atención son o más
lentos que sus pares o terminan las actividades muy rápidamente.
• Espere que finalice una actividad antes de
encargarle una nueva, no permita que deje las cosas a medio hacer
(Menéndez, 2005). Por lo mismo, secuencie (parcele) y gradúe las tareas
para que vayan de lo más simple a lo más complejo y refuerce cada uno
de los pasos que debe cumplir. Por ejemplo, si termina la tarea, se le
felicita por hacerlo, luego pídale que lo intente con buena letra y
valore su realización, más tarde espere que el contenido también esté
correcto y felicítelo. Pedirle todo a la vez, le desmotivará porque no
puede realizarlo (Menéndez, 2005).
• Alterne el trabajo de pupitre con otras
actividades que le permitan levantarse y moverse un poco. Como por
ejemplo, hacerlo repartir las guías a los compañeros, borrar el
pizarrón, etc (Menéndez, 2005). Esto es aún más importante cuando los
niños tienen hiperactividad asociada, pues les resulta muy difícil
quedarse sentados toda una jornada.
• Refuerce a los niños en sus logros académicos y
conductuales, concentración y control de impulso, como por ejemplo,
dándole ánimos continuamente, una palmada en el hombro, una sonrisa ante
cualquier esfuerzo que presenta (por pequeño que sea), levantar la mano
en clase, intentar buena letra, o contestar sin equivocarse, etc.
También es bueno el reconocimiento o halago público: comentarios
positivos en alto, notas para casa destacando aspectos positivos, una
felicitación de la clase, un trabajo en el diario mural, etc (Menéndez,
2005).
• Otórguele atención positiva antes que limitarse a
hacerlo callar y reprenderlo, cuando quiere llamar su atención o la de
sus compañeros interrumpiendo o preguntando cosas poco atingentes. Acoja
la pregunta del niño, pero inmediatamente, diríjalo hacia un tema de
interés para todo el curso o pídale que solucione un problema,
indicándole qué debe hacer. Por ejemplo, si el niño dice “Hace calor”,
puede contestar “Sí, hacer calor, ¿Quieres abrir la ventana?”. De esta
manera, la atención del niño se focaliza hacia la resolución de un
problema. Más vale invertir el tiempo en estos niños y dárselo en
acciones beneficiosas para todo el grupo, que malgastar tiempo en retos,
discursos y castigos (Haeussler en Luchinni, 2002).
• Establezca límites claros y sin excepciones,
puesto que estos niños necesitan de reglas y una rutina predecible. Así,
por ejemplo no conviene decirle “Sólo por esta vez te repetiré la
prueba”, porque no se esforzará en estudiar más y pensará “Si lo hizo la
otra vez… ¿Por qué ahora no?” (Haeussler, en Luchinni, 2002). Por lo
mismo, es recomendable definir con anticipación cuáles son las reglas,
así como las pautas de trabajo de cómo se ocupan los cuadernos, dónde se
guardan los materiales, rutina diaria, etc. (conozca pauta uso
cuaderno, pauta rutina diaria en: Programa de Lenguaje- kinder- Colegio
San Joaquín
www.educandojuntos.cl )
• Atienda las necesidades del niño en forma
oportuna. La postergación de la satisfacción de las necesidades lo lleva
a ser más impaciente, irritable y con menos capacidad para esperar. Sin
embargo, también es necesario que aprenda a esperar un rato corto,
antes de atenderlo, pues la idea es que ésta sea oportuna y no
inmediata. Tampoco es bueno prestarle atención cuando lo interrumpa o no
lo deje conversar con otra persona. Exprésele que lo atenderá en un
momento más (Haeussler en Luchinni, 2002). Es de ayuda ir modelando la
espera. Al comienzo ayuda tocarle el hombro mientras se termina la
conversación, así se siente atendido y considerado, luego bastará con
señalarlo y posteriormente con sólo decirle.
• Desarrolle la paciencia y la perseverancia en los
niños, motivándolos a realizar actividades que involucren destrezas
motoras y relaciones grupales como armar puzzles, pasarse una hoja uno a
uno con trabas de ropa, trasvasijar, caminar sobre una línea o sobre un
rectángulo dibujado en el suelo sin caerse, etc.
• Fomente la concentración en los niños utilizando
material de apoyo concreto, ya que permite que se concentren más que en
las actividades donde prima lo auditivo. Existen diversos materiales de
apoyo como juegos y actividades que promuevan una mayor concentración en
la tarea porque requiere una observación acuciosa o elaboración
minuciosa. Intente, por ejemplo, buscar un personaje en una foto,
encontrar lo que falta en un dibujo, separar mazos de cartas en colores o
por número, armar cadenas de clip para realizar operaciones
matemáticas, etc. (Haeussler, en Lucchinni, 2002).
• Reconozca y respete la fatiga de los niños con
déficit atencional, realizando varias actividades, pero cortas. Si bien
el niño puede parecer físicamente inagotable, su capacidad de
concentración ya está exhausta (Haeussler en Lucchinni, 2002). Piense de
antemano qué actividad puede hacer el niño si termina antes o si está
muy fatigado para seguir ( leer un cuento, repartir materiales, comentar
lo que hizo con un compañero más hábil, etc).
• Sea un modelo para el niño. Es importante que el
profesor dé el ejemplo. Si usted actúa de manera impulsiva será muy
difícil que sus alumnos sean pacientes. Así también, es importante ser
consecuente entre lo que dice y lo que hace. (Haeussler en Luchinni,
2002). Recuerde modelar cómo pensar diciendo en voz alta “voy a pensar”,
espere unos minutos y luego conteste.
• 2.3-Dificultades socioafectivas.
Para trabajar con niños socialmente rechazados, que tienen dificultades para relacionarse con sus compañeros:
• Otorgue una guía especial explicando la forma en
que deben acercarse a otros tanto física como psicológicamente. Es
frecuente que estos niños no reconozcan las claves sociales que regulan
los juegos y las interacciones con sus compañeros. Les cuesta
identificar los sentimientos de los demás y los momentos apropiados para
manifestar cada conducta. Por ello pueden ser bruscos y parecer
insensibles ante las necesidades de los demás. Intente juegos, como el
juego de las expresiones faciales que muestren emociones. Se les puede
pedir que trabajen en parejas o en grupos adivinando las expresiones que
actúa un compañero. Esto puede ayudar al niño a reconocer la ira, el
dolor, la tristeza, entre otras claves sociales que muestren sus pares
(Marzano, 2003).
• Modele a través del ejemplo comportamientos como
la entonación de la voz y el volumen adecuado que deben utilizar las
personas para comunicarse entre sí (Marzano, 2003).
• En el caso que un niño sea rechazado por sus
compañeros por tener malos hábitos de higiene, averigüe en profundidad
las razones que tiene a la base (por ejemplo no tener servicios
sanitarios en el hogar) e incluir a los padres en la solución de este
problema (Marzano, 2003). Muchas veces el colegio se encuentra equipado
con duchas que pueden ser utilizadas por los alumnos en el caso que lo
necesiten.
Para trabajar con niños agresivos:
• Describa la conducta del niño claramente junto a él “Le estás
pegando a Manuel y le duele”. Luego es posible establecer un contrato
para recompensar las conductas adecuadas y otorgar consecuencias por el
comportamiento inadecuado. Todas estas decisiones son tomadas en
conjunto. Muchas veces las sanciones y los premios las proponen los
mismo niños. Es necesario ser consistente y otorgar recompensa o
consecuencias inmediatas a las acciones. Por ejemplo, si en el contrato
se acordó que dar golpes a un compañero iba a ser castigado con limpiar
la sala durante los recreos por una semana completa, el profesor debe
encargarse de que cumpla el acuerdo. De lo contrario se pierden los
límites establecidos con el niño y la valiosa coherencia entre palabras y
actos (Marzano, 2003). Si el contrato se rompe en variadas ocasiones es
importante reelaborarlo, pues ya no tiene un significado para el niño.
• Mantenga un vínculo amable con el niño en todo momento pero sea riguroso y firme en los acuerdos y decisiones (Marzano, 2003).
• Dé responsabilidad a los estudiantes para ayudar a
la profesora u otros compañeros en la sala. Esto les permite a los
niños probar experiencias exitosas y refuerza la mejora de su
comportamiento (Marzano, 2003).
• Reconozca y fomente su participación en
actividades extracurriculares al interior y al exterior del colegio
(Marzano, 2003). Las actividades extracurriculares tienen repercusiones
en la conducta en el aula, pues los niños aprenden habilidades tales
como el trabajo en equipo, respeto de turnos, entre otros, que les
permiten regular su conducta.
• Establezca reglas claras de convivencia a nivel de
colegio. Se ha visto que una de las características de los colegios
efectivos es la existencia de normas claras, compartidas por los
alumnos, apoderados, directivos y profesores, y que son comunicadas a
éstos por distintos medios. Uno de los temas más importantes de
enfatizar es el trato entre alumnos.
Por ejemplo: en el colegio San Joaquín existe una guía del buen
trato, que ayuda a tener parámetros comunes en todo el colegio acerca de
lo que se espera de los alumnos respecto a su conducta y convivencia, y
la cual es conversada en cada sala de clases. Los niños que presentan
conductas agresivas son llamados por la directora quien comenta el
incidente, luego les pasa una guía para que la lean esa nochey al día
siguiente se conversa sobre ella. Los niños parecen tomar conciencia de
sus actos y comentan las consecuencias negativas para los demás (conozca
guía “Tratémonos bien” en: Programa de Formación – Colegio San Joaquín
www.educandojuntos.cl).
Para trabajar con niños que le temen al fracaso (baja tolerancia a la frustración):
• Comunique que equivocarse es parte importante de
aprender, así los niños podrán cometer errores sin sentir angustia por
esto. Cuando los niños se muestran muy perfeccionistas, al punto de
evitar hacer una tarea por temor al fracaso, adopte una postura que les
permita liberarse de la angustia que les provoca una mala calificación
(Marzano, 2003). Acepte los errores, instaure la posibilidad de
corrección, el uso de goma de borrar, corrija errores comunes frente a
todo el curso, sin tomar como ejemplo a un niño en particular (por
ejemplo, cuando un niño conteste mal, en vez de decir “no” “mal” “se
equivoco” dirija la atención hacia el problema y generalícelo como una
problemática del curso “varios están teniendo problemas para solucionar
este ejercicio” y soluciónelo con todo el grupo), comente lo que será
más difícil en una lección, etc.
• Proponga el trabajo con un alumno tutor que tenga
la capacidad de ser contraparte y disminuir la autocrítica excesiva en
su compañero (Marzano, 2003). En ocasiones los niños trabajan mejor con
pares, pues pueden ayudarse a través de lenguajes más similares. También
es bueno poner a estos niños como tutores de otros compañeros en las
áreas en que se destacan.
Para trabajar con niños pasivos:
• No permita que los compañeros se burlen de ellos o
que destaquen sus características más deficitarias. Recuerde que en
general estos niños no se defienden ante la burla y crítica de otros, y
lamentablemente, los daños en la autoestima los inmovilizan aún más.
• Estimule y reconozca las actividades en las que el
niño es bueno, realiza de manera exitosa u obtiene avances que aunque
son pequeños son significativos. Es importante señalar que estos
refuerzos deben realizarse cuando la situación lo amerite y de
inmediato, es decir, cuando el niño obtengan avances en su proceso de
aprendizaje. De lo contrario, el refuerzo indiscriminado o desfasado en
el tiempo se vuelve inefectivo e incluso contraproducente.
• Evite la crítica, como por ejemplo, “¿Aún no
terminas la tarea?” “Otra vez no hiciste la tarea” “Siempre atrasado”,
etc. Por el contrario, las frases deben alentar al niño a realizar de la
mejor manera que pueda la actividad emprendida, como por ejemplo “Vamos
terminando la tarea” “¿Por qué no has hecho tus tareas, cuéntame?”
“¿Qué podemos hacer para que llegues más temprano?”.
• 2.4-Problemas de aprendizaje específicos.
Indicaciones generales:
• Acostumbre a los niños a una estructura definida de clase que
incluya: presentación deltema; desarrollo con apoyo de material
concreto, utilización de vivencias personales; retroalimentación de
preguntas para evaluar el dominio y comprensión de los alumnos. Por
último, haga un cierre de la clase pidiendo a los alumnos que resuman lo
más interesante o con qué idea o principio se quedan (Chadwick en
Luchinni, 2002).
• Identifique las fortalezas de estos niños para
potenciarlas (Chadwick en Luchinni, 2002). Por ejemplo, si el niño tiene
habilidades para dibujar pídale que haga un dibujo sobre el tema que
están tratando y que lo exponga a los compañeros. En ocasiones, el
reforzar una habilidad repercute en el desempeño del niño en las otras
áreas, pues el autoestima del niño se ve fortalecida junto con su
sensación de eficacia personal.
• Enfatice enfoques y prácticas orales (Chadwick en
Luchinni, 2002). Tales como lectura de cuentos, juegos de rol,
exposiciones, etc., estableciéndolos en lo posible como una práctica
diaria.
• Siente a los niños frente al profesor, minimice la
necesidad de copiar del pizarrón y promueva la lectura en voz alta
designando con anterioridad quienes leerán (así puede predecir el
momento de la lectura y prepararse) (Chadwick en Luchinni, 2002).
• Proporcione alabanzas y mantenga un alto nivel de
expectativas (Chadwick en Luchinni, 2002). Es decir, felicite al niño en
sus logros y avances, siempre pensando y señalándole que se confía en
sus capacidades.
Dificultades en lectura:
• Realice actividades donde los niños tengan que reconocer
sonidos finales, sonidos iniciales, análisis y síntesis de palabras,
etc. Estos niños requieren de más práctica y estrategias que favorezcan
el análisis fónico y estructural de la decodificación de palabras para
llegar a leer (Chadwik en Luccini, 2002).
• Utilice una estrategia de enseñanza continua y
sistematizada: primero vocales, luego consonantes en sílabas directas,
luego en sílabas complejas, etc. Recuerde que los niños con estas
dificultades no aprenden a leer por descubrimiento, por lo que requieren
de la mediación de un profesor apoyado por un especialista (Chadwick en
Luchinni, 2002).
• Háblele al niño de frente, mirándole a los ojos,
con una modalidad lenta, rítmica y bien articulada. Esto fomentará un
desarrollo lingüístico adecuado (Chadwick en Luchinni, 2002).
• Desarrolle en los niños la capacidad de escuchar
(Chadwick en Luchinni, 2002). El profesor es el encargado de modelar
esta capacidad en el diálogo diario, es decir, debe hacerle saber al
niño que lo escucha cuando este habla y al mismo tiempo solicitarle que
éste lo escuche cuando se dirige a él “te estoy escuchando” “Sebastián,
escucha lo que te digo” “Niños, escuchen a Diego”. Se debe enfatizar en
que la escucha atenta requiere de silencio de parte de los demás.
• Planifique en la escuela un tiempo de lectura donde ésta sea una actividad placentera.
Recuerde que para superar los problemas de lectura hay que leer y
mientras más se lee, más se mejora la calidad de la lectura. Para
practicar la lectura incluya, dentro de la hora de lenguaje y de otras
asignaturas, una actividad de lectura que esté en concordancia con los
objetivos de la clase o unidad. Para esto puede utilizar materiales
diversos como reglas que norman actividades, invitaciones,
agradecimientos, comunicaciones, afiches, letreros, registros
experienciales, revistas, textos de asignaturas, etc. (Chadwick en
Luchinni, 2002). Por lo mismo, la selección de los textos debe ser la
adecuada al nivel del niño con un vocabulario adecuado, frases cortas y
una diagramación poco recargada, letras grandes y claras. Destine al
menos semanalmente un tiempo determinado para esta actividad, ya sea a
través de visitas a la biblioteca, lectura silenciosa diaria, trabajo en
rincones, etc.
• Existen técnicas para desarrollar la lectura oral en niños con lectura deficiente (Chadwick en Luchinni, 2002):
• Lectura oral simultánea: El profesor y el niño
leen juntos un texto donde el profesor guía con su dedo la lectura
esperando lograr fluidez. Esto se puede realizar con toda la clase,
escribiendo el texto en la pizarra, ocupando un cartel o transparencia,
así todos los niños pueden ir siguiendo el mismo texto de lectura.
• Lectura eco: Primero lee en voz alta el profesor y luego lee el niño la misma frase mostrando con su dedo las palabras leídas.
• Lectura con apoyo: Primero lee el profesor en voz
alta siguiendo con su dedo las palabras leídas y el niño las repite.
Luego el profesor lee en voz alta y omite las palabras que el niño puede
leer. Finalmente, el niño lee en forma independiente la mayor parte del
texto donde el profesor lo apoya en aquellas palabras necesarias para
que el niño lea con fluidez.
• Lectura repetida: El alumno lee en voz alta y
relee hasta que disminuyan los errores y aumente la velocidad. Entonces
el profesor le señala otro párrafo.
• Apoye la comprensión lectora mediante preguntas
referidas al texto. De este modo, previamente o durante la lectura anime
a los niños a predecir o hipotetizar sobre la historia, basándose en
la información que tienen: ilustraciones, la forma de los párrafos, el
autor, el título, etc. Una vez finalizada la lectura plantee preguntas
en distintos niveles de complejidad donde la información se pueda
buscar, interpretar y deducir, en una oración, en un párrafo o en el
texto completo y/o en las que reflexionan respecto al impacto que les
produce en términos de gusto y de valores.
Dificultades con la escritura manuscrita:
• Utilice el método cursivo porque favorece la continuidad y la
flexibilidad del movimiento, facilita la soltura y el dinamismo en la
escritura; permite la percepción de la palabra como un todo y tiende a
ser resistente al olvido en la memoria (Chadwick en Luchinni, 2002).
• Controle las actividades que los niños realizan sobre la mesa de trabajo en relación a una postura adecuada:
• Sentarse en forma cómoda, con el dorso apoyado en
el respaldo, los pies apoyados en el suelo, los brazos descansando sobre
la mesa.
• Tomar el lápiz sosteniéndolo entre el índice y el pulgar.
• La muñeca se apoya sobre el papel y determina una continuidad entre el antebrazo y la mano.
Para esto, se puede apoyar con carteles ilustrativos (conozca
carteles de normalización en: Programa Kinder – Colegio San Joaquín
www.educandojuntos.cl )
• Estimule a los niños a verbalizar sus acciones
motoras mediante explicaciones y descripciones (Chadwick en Luchinni,
2002) . Esto en ocasiones se conoce como verbalización de la escritura
(conozca escritura matte en: Programa de Lenguaje – kinder y 1° básico –
Colegio San Joaquín www.educandojuntos.cl)
• Favorezca la distensión motriz a través de pintura
libre, arabescos de gran tamaño, trazo de letras en sémola (Chadwick en
Luchinni, 2002)
Dificultades en matemática:
• Integre en la resolución de problemas y ejercicios escritos,
el uso de la hoja borrador, lápiz mina, goma de borrar y de la hoja de
respuesta.
• Introduzca la matemática en contextos recreativos
(Chadwick en Luchinni, 2002). En un contexto lúdico, se pueden
automatizar y reforzar conocimientos básicos de la matemática.
Es importante utilizar apoyo concreto en las primeras instancias.
• Asegúrese de que los alumnos comprendan las
actividades (Chadwick en Luchinni, 2002). Por ejemplo, se les puede
pedir que lean la pregunta, que expliquen los que la pregunta les pide
que hagan, cómo van a hallar la solución y lo que hacen mientras
trabajan.
Bibliografía:
• Coll C., Palacios J. & Marchesi A. (2002). Los problemas
de lenguaje en las escuelas (pp.124-125); El Lenguaje escrito y sus
dificultades: una visión integradora (pp.127-159). Desarrollo
psicológico y educación: 3. Trastornos del desarrollo y necesidades
educativas especiales. Madrid: Alianza Editorial. (2° Ed).
• Condemarín (1999) Lectura temprana. Santiago: Editorial Andrés Bello.
• Marzano, R (2003). Classroom Management (pp. 88-105). What works in
schools, translating research in to action. Virginia: ASCD.
• Menéndez I. (2004) Hiperactividad.
http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=423 (en línea).
• Lucchinni G (2002). Problemas específicos de lenguaje (pp. 111-136).
Orientaciones para el apoyo a niños con déficit atencional (pp. 93-110).
Orientaciones Específicas para apoyar a los niños con problemas de
lenguaje (pp. 155- 179) en Niños con necesidades educativas especiales.
Santiago: Ediciones Universidad Católica y FUNDAR.
Tomado de:
http://educrea.cl/consejos-para-el-trabajo-en-aula-con-ninos-con-dificultades-para-aprender-al-ritmo-de-sus-pares-evidencia-de-los-colegios-entrevistados-e-investigaciones-recientes/